Amigo Jorge,
Me fascina cuando escucho a reputados contertulios o conferenciantes hablar de lo muy necesario que es para España y sus empresas y/u organizaciones aumentar la productividad, con el loable ánimo de ser más competitivos en el globalizado mundo en el que toca moverse. Pues bien, cada vez que escucho a alguien hablar de mejora de la productividad, como fin en sí mismo, así tal cual sin aportar ningún dato más, como si fuera algo inmediato y automático, o aún peor, una quimera inalcanzable, no puedo evitar recordar esa frase atribuida a Einstein, que decía algo así a «El colmo de la locura es pretender obtener resultados distintos haciendo siempre lo mismo«. Estoy muy de acuerdo con la cita y la verdad, poco importa si realmente es obra del genial físico judío o no.
Lo que quiero decir es que si se pretende aumentar la productividad en una organización, empresa o lo que sea, lo primero que se debería hacer… es hacer algo, y espero que no suene muy gallego. Haciendo cosas iguales nunca alcanzaremos resultados distintos, de cajón, y mucho menos si hablamos de aumento de productividad. Por tanto, en el supuesto que una organización tenga el deseo de mejorar la productividad y desee hacer algo al respecto, se me ocurren 3 glandes bloques de medidas genéricas en las que incidir, y un cuarto que en parte emana de los 3 anteriores.
- Mejoras e Innovaciones Tecnológicas. Medida evidente de aumento de la productividad. Si se dispone de maquinaria más moderna, conexión a internet más rápida, ordenadores más potentes, impresoras más eficientes, etc se podrá trabajar más rápido, y conseguir los mismos resultados en menos tiempo que antes de la mejora tecnológica, o lo que es lo mismo, conseguir superiores resultados en el mismo tiempo que antes de la mejora; en definitiva la organización será más productiva. Por tanto, las mejoras tecnológicas, por lo general y con los matices pertinentes de cada sector, actividad y organización, suelen ser medidas claras de aumento rápido de productividad.
- Formación. A mayor conocimiento, formación, aprendizaje y/o experiencia de un trabajador éste será más productivo. Como siempre con matices, pero es razonable pensar que a igualdad de condiciones el trabajador más formado trabajará más eficientemente que el menos. Medidas en este campo suelen implicar mejoras relativamente rápidas de la productividad.
- Cambios organizativos. Menos evidente a la hora de mejorar la productividad en una organización pero con efectos positivos, especialmente en un m/p y dependiendo siempre de la medida. Bajo este título genérico podríamos incluir medidas como el fomento del teletrabajo, optimización de la jornada laboral o del horario de trabajo, reubicación geográfica adecuada de los departamentos organizativos, o incluso ajustes de empleo en el caso de existir recursos ociosos o una mejor adecuación de los bonus de rendimiento.